Era más feliz dentro que fuera del agua. Le echaron por anfibio, por amar demasiado el mar y querer ir más y más profundo. Siempre decíamos que un día bajaría tanto que no volvería. Y no tuvo tiempo de bajar, porque se lo llevaron de nuestro lado y ya nada fue lo mismo sin él. Dos días después nos fuimos también. Una vida paralela, te hacía feliz la vida libre en Mabul, pero como te gustaba volver a casa a ver a tu mujer y tus niños. Nunca llegaste a traerlos a la isla...y mira que hablamos de ello tantas y tantas noches bajo las estrellas. Esperamos que encuentres un camino mejor, y que no dejes que tus aletas se sequen. Kita Keluarga, hermano.
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