Vida en Bali

Mientras la mayor parte del mundo occidental pierde los nervios entre patas de jamon y botellas de champan, el tiempo esta parado en Bali. Alejados de las atracciones turisticas y rodeados de las gentes de aqui, pasamos los dias admirando belleza, naturaleza, armonia y paz. Celebrando acontecimientos de manera sencilla pero llenos de significado, las mujeres se sientan a la sombra a preparer ofrendas florales entre risas y confidencias mientras los hombres se entretienen con los “trabajos duros”.

Una sensacion de paz nos invade desde el momento en que pisamos Bali. De la mano de un ya nuevo amigo local descubrimos momentos especiales y diferentes, alla donde el turismo no llega, a la intimidad de una comunidad que nos abre sus puertas. A ser testigos de sus ceremonias, de sus ofrendas. A intentar entender su filosofia y a aprender de ella. Nos encontramos con gente noble, llena de sonrisas, con miradas iluminadas que transmiten paz. Y eso nos hace mirarnos a nosotros mismos y darnos cuenta de que a veces, en el transcurso del viaje, nos olvidamos de nosotros mismos. Y enseguida buscamos nuestras miradas, y llenos de complicidad, reafirmamos nuestros sentimientos y nuestras creencias en este ya no viaje, si no nueva forma de vida…