Recién llegados a Ho Chi Minh, o a Saigon que es lo mismo, después de una paliza de doce horas entre barco y autobús...o mejor dicho, furgoneta conmúltiples asientos y escaso espacio. Hermosa tortura.Hemos pasado unos días en la isla de Phu Quoc.Tres dias de relax en una isla de carreteras sin asfaltar, poquita gente yplayas desiertas. Alquilamos una moto los dos primeros dias, el tercero pudomas la moto que nosotros despues de un montón de kms entre baches y polvorojo de los caminos de tierra asi que decidimos tirarnos en la playa a verpasar el día sin mas. Calor agobiante, demasiado para nuestros cuerposdesentrenados, pero no nos ha sentado nada mal.Recuperados ya, mas guapos y morenitos hemos cogido el barco de vuelta aRach Gia, pueblo costero del Sur, y de allí la furgoneta que nos ha traidohasta aquí. Bastante cansaditos del madrugón y el viaje, dedicaremos un parde dias a ver la ciudad y luego seguiremos subiendo , un poco de montaña, unpoco de playa, otro de cultura, otro de postguerra, vamos conociendo poco apoco las miserias y la lucha de este pueblo que no se rinde y no pierde lasonrisa ni por un solo segundo.Estamos disfrutando mucho de este pais a medida que vamos descubriendo suhistoria y sus gentes, sus pueblos, sus formas de vida...
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