Wednesday, June 27, 2007
Tuesday, June 26, 2007
Bajo el agua
Todo está más calmado en Lembeh y ya estamos empezando a tener un poco más de tiempo para disfrutar! Y disfrutar, por supuesto, significa bucear, que al fín y al cabo es nuestro trabajo pero hasta ahora hemos tenido otros más importantes y más urgente.
El jueves de la semana pasada fue el primer día en mucho tiempo que tuvimos cero clientes en el resort. Dudábamos entra dar libre a todo el personal y dormir todo el día y ver películas, o hacer un viaje de exploración al Este de Lembeh. Dejamos que los trabajadores eligieran por nosotros, deseando y pensando que eligirían librar y descansar, pero no! Todos como un clavo a la mañana siguiente en el resort.
A las chicas les dimos libre, ya que son las que más horas trabajan y hacía un montón que no libraran. Los demás, montamos los equipos en el barco, nos fuimos a Bitung a por hielo, comida y gasolina, y emprendimos rumbo al Este con el barco de madera (que por cierto, no está para muchos trotes). En el puerto de Bitung nos encontramos con Deisy, una de las camareras que tenemos, y la montamos en el barco, no paraba de chillar y de dar saltos, venía en vaqueros así que le presté mi pareo para que se pusiera cómoda.
El mar estaba calmado y el sol brillaba, hicimos el viaje subidos en el techo del barco, echando risas y cantando. De los 10 que éramos, 3 no habían buceado nunca pero querían probar, así que llevabamos equipos extra para ellos, y quedamos que Pep les haría un bautizo entre buceo y buceo.
El primer buceo fue espectacular. La zona es casi virgen, nadie bucea allí, y lo que vimos fue muy comparable, y quizás ganara en algunos aspectos, a Sipadan, y eso que es difícil.
Increible la variedad, el color, la cantidad,...podríamos haber pasado horas allí. El segundo buceo fue igualmente espectacular.
Nos echamos unas risas con los aprendices de buceadores, que por cierto, no lo hicieron nada mal, y volvimos al resort pensando en que nos quedaba la tarde por delante para pasar un rato juntos una vez que los trabajadores se hubieran ido a su casa, pero no, que les gusta estar aquí. Cogieron un par de guitarras, nos sentamos juntos, sacamos unas cervecitas, y como dice Sabina, nos dieron las 10, y las 11 y las 12...
El jueves de la semana pasada fue el primer día en mucho tiempo que tuvimos cero clientes en el resort. Dudábamos entra dar libre a todo el personal y dormir todo el día y ver películas, o hacer un viaje de exploración al Este de Lembeh. Dejamos que los trabajadores eligieran por nosotros, deseando y pensando que eligirían librar y descansar, pero no! Todos como un clavo a la mañana siguiente en el resort.
A las chicas les dimos libre, ya que son las que más horas trabajan y hacía un montón que no libraran. Los demás, montamos los equipos en el barco, nos fuimos a Bitung a por hielo, comida y gasolina, y emprendimos rumbo al Este con el barco de madera (que por cierto, no está para muchos trotes). En el puerto de Bitung nos encontramos con Deisy, una de las camareras que tenemos, y la montamos en el barco, no paraba de chillar y de dar saltos, venía en vaqueros así que le presté mi pareo para que se pusiera cómoda.
El mar estaba calmado y el sol brillaba, hicimos el viaje subidos en el techo del barco, echando risas y cantando. De los 10 que éramos, 3 no habían buceado nunca pero querían probar, así que llevabamos equipos extra para ellos, y quedamos que Pep les haría un bautizo entre buceo y buceo.
El primer buceo fue espectacular. La zona es casi virgen, nadie bucea allí, y lo que vimos fue muy comparable, y quizás ganara en algunos aspectos, a Sipadan, y eso que es difícil.
Increible la variedad, el color, la cantidad,...podríamos haber pasado horas allí. El segundo buceo fue igualmente espectacular.
Nos echamos unas risas con los aprendices de buceadores, que por cierto, no lo hicieron nada mal, y volvimos al resort pensando en que nos quedaba la tarde por delante para pasar un rato juntos una vez que los trabajadores se hubieran ido a su casa, pero no, que les gusta estar aquí. Cogieron un par de guitarras, nos sentamos juntos, sacamos unas cervecitas, y como dice Sabina, nos dieron las 10, y las 11 y las 12...
La fregona y el cinturón de seguridad
El otro día tuve dos momentos curiosos en el mismo día. Y digo curiosos porque no encuentro otra palabra más acorde que defina ambos momentos.
Es curioso como el mundo occidental da por supuestas muchas cosas ya que nacemos y nos criamos entre algodones en comparación con, por ejemplo, la mayoría del sudeste asiático.
El otro día les compré una fregona a las chicas de la limpieza. Y pensareis, que tía, no podía comprarles otra cosa? Pues no sabeis lo contentas que se pusieron. La miraron y la remiraron, ya que la traje desmontada (cubo, escurridor, palo, y mopa), se reían como condenadas y no entendían nada. Bien, les hice una demostración sobre las maravillas del invento Vileda (que por cierto, ya entiendo que no las tenga nadie porque valen un dineral) y daban saltos de alegría. Y no es que antes estuvieran fregando arrodilladas en el suelo, no, que aquí son más espabilados que en España y se ponen la mopa en el suelo y van fregando con los pies, como si bailaran...
El otro momento curioso fue por la mañana, cuando nos montamos en el coche para ir a Manado de compras para le resort. Me acompañaba el mecánico, un señor musulmán de un pueblito de aquí al lado que sabe mucho de generadores pero poco de modernidad. Le cedí el asiento delantero del coche mientras yo me estiraba en los asientos de atrás. Arrancamos, salimos de Bitung, y enseguida el chófer le indica que se ponga el cinturón...Vaya número!
Lo mira, lo remira, lo coge por un lado, por el otro, finalmente lo agarra y....se lo pasa por detrás de la cabeza, luego no sabe donde engancharlo, mira el enganche, lo remira, y yo pensando...le digo algo o le dejo así?, hasta que finalmente el conductor toma cartas en el asunto y a golpe de izquierda le planta el cinturón en su sitio.
Luego resulta que con un trozo de bambú son capaces de hacer maravillas!!
Es curioso como el mundo occidental da por supuestas muchas cosas ya que nacemos y nos criamos entre algodones en comparación con, por ejemplo, la mayoría del sudeste asiático.
El otro día les compré una fregona a las chicas de la limpieza. Y pensareis, que tía, no podía comprarles otra cosa? Pues no sabeis lo contentas que se pusieron. La miraron y la remiraron, ya que la traje desmontada (cubo, escurridor, palo, y mopa), se reían como condenadas y no entendían nada. Bien, les hice una demostración sobre las maravillas del invento Vileda (que por cierto, ya entiendo que no las tenga nadie porque valen un dineral) y daban saltos de alegría. Y no es que antes estuvieran fregando arrodilladas en el suelo, no, que aquí son más espabilados que en España y se ponen la mopa en el suelo y van fregando con los pies, como si bailaran...
El otro momento curioso fue por la mañana, cuando nos montamos en el coche para ir a Manado de compras para le resort. Me acompañaba el mecánico, un señor musulmán de un pueblito de aquí al lado que sabe mucho de generadores pero poco de modernidad. Le cedí el asiento delantero del coche mientras yo me estiraba en los asientos de atrás. Arrancamos, salimos de Bitung, y enseguida el chófer le indica que se ponga el cinturón...Vaya número!
Lo mira, lo remira, lo coge por un lado, por el otro, finalmente lo agarra y....se lo pasa por detrás de la cabeza, luego no sabe donde engancharlo, mira el enganche, lo remira, y yo pensando...le digo algo o le dejo así?, hasta que finalmente el conductor toma cartas en el asunto y a golpe de izquierda le planta el cinturón en su sitio.
Luego resulta que con un trozo de bambú son capaces de hacer maravillas!!
Sunday, June 17, 2007
Vuelta al verde
Quien nos hubiera dicho durante la semana que desearíamos llegar a Lembeh con todas nuestras fuerzas...
Jakarta es la ciudad de la polución, de los coches, del tráfico, del caos...salimos del hotel ya tarde y nos montamos en el taxi pensando que llegaríamos tarde a facturar. La autopista es impredecible, desde el centro de Jakarta al aeropuerto puedes tardar desde 45 minutos a 7 horas, dependiendo del tráfico. Para colmo nos dejamos en el hotel el equipo fotográfico submarino nuevo a estrenar....Aaaaahhhhhhh! Que hacemos?? Llamamos al hotel para comprobar que estaba allí, y pedimos que lo mandaran en un taxi al aeropuerto...Si nosotros casi no llegamos, como iba a llegar el taxi que salía 25 minutos después de nosotros y con el tráfico empeorando?
Los aviones sólo se retrasan cuando uno no quiere que se retrasen. Y casualidad, el día que necesitamos que se retrase, va y sale no en hora, sino antes de hora!. Uno de los dos corriendo a la puerta de embarque, y rogando y chapurreando en Indonesio que el otro esperaba a un taxi y que por favor no cerraran la puerta. Viendo como todo el mundo embarca y los últimos somos nosotros, y que no nos quedan muchas excusas para convencerles de que no empiecen a buscar las maletas y dejarnos en tierra. Como en una película, Pep viene corriendo desaforadamente por el pasillo en el último minuto cuando están a punto de cerrar las puertas; entregamos la tarjeta de embarque y entramos al avión, que arranca sin tiempo siquiera para sentarnos. El taxi tarda un solo minuto más y uno de los dos se queda contando ovejitas en el aeropuerto.
Cuando nos sentamos y respiramos profundo, nos damos cuenta de las ganas que tenemos de volver a L, de cambiar el asfalto por el mar, y el estrés de la ciudad por la tranquilidad de los fondos submarinos...
Jakarta es la ciudad de la polución, de los coches, del tráfico, del caos...salimos del hotel ya tarde y nos montamos en el taxi pensando que llegaríamos tarde a facturar. La autopista es impredecible, desde el centro de Jakarta al aeropuerto puedes tardar desde 45 minutos a 7 horas, dependiendo del tráfico. Para colmo nos dejamos en el hotel el equipo fotográfico submarino nuevo a estrenar....Aaaaahhhhhhh! Que hacemos?? Llamamos al hotel para comprobar que estaba allí, y pedimos que lo mandaran en un taxi al aeropuerto...Si nosotros casi no llegamos, como iba a llegar el taxi que salía 25 minutos después de nosotros y con el tráfico empeorando?
Los aviones sólo se retrasan cuando uno no quiere que se retrasen. Y casualidad, el día que necesitamos que se retrase, va y sale no en hora, sino antes de hora!. Uno de los dos corriendo a la puerta de embarque, y rogando y chapurreando en Indonesio que el otro esperaba a un taxi y que por favor no cerraran la puerta. Viendo como todo el mundo embarca y los últimos somos nosotros, y que no nos quedan muchas excusas para convencerles de que no empiecen a buscar las maletas y dejarnos en tierra. Como en una película, Pep viene corriendo desaforadamente por el pasillo en el último minuto cuando están a punto de cerrar las puertas; entregamos la tarjeta de embarque y entramos al avión, que arranca sin tiempo siquiera para sentarnos. El taxi tarda un solo minuto más y uno de los dos se queda contando ovejitas en el aeropuerto.
Cuando nos sentamos y respiramos profundo, nos damos cuenta de las ganas que tenemos de volver a L, de cambiar el asfalto por el mar, y el estrés de la ciudad por la tranquilidad de los fondos submarinos...
Thursday, June 14, 2007
Vida nocturna...
Como cambiamos...cada vez que salimos a la civilización pensamos en tomarnos unas cervecitas y visitar algún club nocturno para echar unos bailateos y recordar viejos tiempos...A todo lo que hemos llegado es a tomarnos unos chupitos de vino de arroz al atardecer en Vietnam, unos roncitos filipinos de estraperlo en Sipadan, a pasar la nochevieja en la playa de Bali bailando en la playa al lado del McDonalds, a tomarnos un gin-tonic en una terraza en el centro de Singapur y una cervecita en el Hard Rock de Jakarta...
Bueno, visto así tampoco nos podemos quejar...aunque el cuerpo no da para mucho más!!
Inmigrantes legales
Aquí estamos, seguimos al pie del cañón. Aquí el tiempo pasa de manera diferente, cuando decimos la semana que viene quizás hayan pasado meses hasta la próxima, es como si vivíeramos en una dimensión diferente.
Echamos la vista atrás y hay una y mil aventuras, las cuales no seremos capaces de recordar en su totalidad cuando regresemos a casa. Después de unos cuantos paises y mil historias que contar, seguimos acostándonos cansados y levantándonos con una sonrisa. A veces con más prisas que otras, vivimos cada día como si fuera una viñeta de nuestro particular cómic.
No nos podemos quejar, Asia nos trata cada vez mejor.
Hemos pasado por un montón de etapas en este viaje, unas más duras que otras, todas ellas llenas de sonrisas y complicidad. Mañana volvemos a L. como "inmigrantes legales". Con un montón de sellos en el pasaporte y un permiso de trabajo bajo el brazo pasaremos otra temporada sumergidos en las inmensidades del estrecho y sus maravillosas criaturas. Sacando tres barcos al día llenos de buceadores ávidos de nuevas experiencias y compartiendo tardes a la guitarra con los locales y conversaciones a manteles con nuestros clientes.
Quizás este año toque una escapadita a casa...:)
A la Brujilla...
Hoy he encontrado un email de Rocío. Compañera inseparable de faena y de algún que otro akelarre o reunión de brujas en los que nos gustaba reirnos del mundo y de nosotras mismas mientras matábamos las horas entre aeropuerto y reuniones "privadas".
El email ha sido muy escueto, me ha dicho que me quiere. El mío lo ha sido igualmente. Le he dicho que yo TAMBIEN le quiero.´
A veces sobran las palabras que consumen tiempo y energías. Hay otras cosas que valen MIL veces más que eso...
Aquí te dejo una sonrisa, y con ella mil besos, rubia.
Jakarta City
Llegamos a Jakarta el sábado pasado. Uufffff! Que locura de city...Llegamos al hotel y pedimos un mapa, no cabía la ciudad dentro. Como Bilbao pero en Indonesio, jaja.
Acostumbrados a la sobriedad y tranquilidad de la isla de Lembeh Jakarta se nos antoja empachante. No sé si existe esta palabra, el mix linguístico que llevamos encima hace que chapurreemos un poco de todo y mucho de nada, pero nos entendemos. Quien me iba a decir a mí que terminaría hablando Indonesio mejor que Euskera...
Cosas que hacer en Jakarta...ir de compras o ir de compras. Claro que dentro del ir de compras existe una gran variedad. Quieres un móvil? 200.000 tiendas de móviles dentro de un centro comercial. Quieres un ordenador? Otros 200.000. Quieres un trapito? 7 plantas con 100 tiendas cada una...Quieres lujo asíatico? Un spa de 4 horas por 50 euros...
La verdad es que no desbordamos energía, después de 4 meses trabajando como locos en Lembeh lo único que nos apetece es descansar y descansar. Y eso es lo que hemos hecho. Descansar y comer. Tartas de queso por doquier y pedazos de carne a la brasa, el tiempo acecha y lo queremos probar todo...
Jakarta es una ciudad de contrastes. Así como Singapur es una ciudad completamente aséptica, llena de estereotipos pretenciosos cortados por el mismo patrón, Jakarta pasa de la pobreza más absoluta de los barrios más bajos a la opulencia de sus ciudadanos más ricos. Y cuando digo ricos, es ricos. Y como les gusta enseñarlo...Cochazos, móviles de última tecnología de par en par, tiendas de lujo por doquier, Valentinos, Dolce & Gabanas, Louis Vuitton, Armani, Dior, Guccis...cada día a la espera de que otro niño rico entre por la puerta y les alegre el día. Jakarta es la capital de Indonesia, y como tal mueve muchísimo dinero. Y a sus ciudadanos les gusta enseñarlo, vestirse al estilo europeo, comer comida europea, dejarse ver en locales europeos...si supieran lo poco que tienen que envidiarnos...
Jakarta es una ciudad gris donde el sol sólo se asoma varios minutos al día. Lembeh es una isla rodeada de plantaciones de coco y palmeras donde el sol te saluda por la mañana y en tres pasos puedes estar bajo el agua admirando las bellas criaturas que habitan las aguas del estrecho.
Y es que de mirar, admirar y aprender...uno nunca se cansa....
Monday, June 04, 2007
Fresh air
Nos vamos en un par de dias a Singapur. Contando los minutos, con ganas locas de cambiar de ambiente por un ratito y relajarnos. Han sido dos meses bien concentrados, nos ha tocado reconstruir el resort a marchar forzadas pero empezamos a ver los frutos. Cansados pero contentos, nos vamos a Singapur un par de dias a recoger nuestros nuevos visados y pasaremos el fin de semana en Jakarta. Solo conocemos el aeropuerto, asi que esta vez nos dedicaremos a darnos todos los pequenyos lujos asiaticos que nos esperan alli. Y a ver si colgamos alguna foto que a este paso ya ni nos vais a conocer...
Una semanita de vacaciones y vuelta a la isla, que Julio viene llenito y tenemos que tener el resort listo. A ver si empezamos a tener tiempo de bucear y disfrutar realmente de las maravillas del estrecho de Lembeh...
Una semanita de vacaciones y vuelta a la isla, que Julio viene llenito y tenemos que tener el resort listo. A ver si empezamos a tener tiempo de bucear y disfrutar realmente de las maravillas del estrecho de Lembeh...
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