Pues sabe mal decirlo, pero estamos en uno de los sitios más horrorosos que hemos pisado en los últimos tiempos: Pattaya. Es como trasladarse al Arenal de Palma, o al Torremolinos de los 70 pero multiplicado por infinito. Dios mío, asusta decirlo, pero menos mal que nos pasamos el día trabajando en la oficina y no nos damos cuenta de nada...pero cuando tenemos que acercarnos a la City...empezamos a temblar. Criaturas de todos los tamaños y formas se pasean por la calle envueltos en tatuajes, sudor, chanclas con cancetines, barrigas cerveceras y alguna que otra, que son muchas, niñitas tailandesas (a veces de dos en dos) para entretenimiento del personal.
No hemos visto imagen más patética en muuuuchos meses. Da la sensación de ser un lugar donde los perdedores vienen a morir, ahogados en alcohol y los favores de alguna que otra pobre muchachita que no tiene otra manera de ganarse la vida.
Afortunadamente, y si todo va como esperamos, dentro de una semanita o a lo sumo dos saldremos de aquí para instalarnos en nuestra nueva casa. Una cabañita de madera dentro de un resort de buceo en el estrecho de L., al Noreste de Sulawesi, en Indonesia.
El resort sólo lleva operando unos pocos meses, así que desde aquí estamos dándole un pequeño empujoncito por internet para conseguir que mucha mucha gente venga a visitarnos.
Es un reto, es una ilusión, y es nuestro nuevo trabajo.
Lembeh es el paraiso de los fotógrafos submarinos, donde por sus formaciones volcánicas, arenas negras y fondos fangosos, habitan las criaturas más extrañas del planeta.
Como en Pattaya........pero en bonito.
Pronto contaremos más cositas sobre este extraño, intrigante y maravilloso lugar.